Recomendaciones de Viaje: Japón

maleta

He pasado un mes y medio en este país que siempre me ha parecido interesante, pero del que tampoco soy una fanática. Si estás pensando en hacer una visita y te interesa mi opinión, éste es el post que tienes que leer.

Vida en familia. Turning japanese.

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Mi última semana en Japón se la tenía reservada a Tokio. Tras exprimir al máximo mi amado JR Pass, el mismo día que caducaba cogí mi último Shinkansen, destino Shinagawa (Tokio). Allí me esperaba Take, que me abrió las puertas de su casa. Durante una semana tuve la maravillosa oportunidad …

Quiero Mas

Luchando contra la naturaleza

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Para coger fuerzas y enfrentarme a Tokio, decidí pasar unos días en un ambiente más campestre. Hoy os relataré cómo luché contra las fuerzas de la naturaleza en Japón, enfrentándome a un tifón en Matsumoto (prefectura de Nagano) y a la falta de oxígeno en la cumbre del Monte Fuji.

Otra guiri más. El Japón más conocido

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Por ahora os he estado contando mis aventuras por Japón y todos los sitios a los que he ido no eran los sitios más típicos. Es lo que ocurre cuando llegas a Okinawa y no a la isla principal. Pero no os creáis, que también he estado de guiri por …

Quiero Mas

Me vestí de peregrina. De ruta por Shikoku.

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Shikoku era una de las cosas que más me apetecía visitar. En esta isla encontramos lo que muchos denominan el «Camino de Santiago Japonés», algo que, tras haber caminado el español, me apetecía experimentar.

Kyūshū. Tropezando entre volcanes

Kumamoto

Si por algo denominé a este blog “Pie Traspié” es por episodios como los que me han ocurrido en esta isla japonesa; una sucesión de aciertos y desaciertos que me han mantenido en una montaña rusa de emociones.

EZ. Mi ángel de la guarda

EZ-Line

También conocido como el recepcionista de los pelos de la seaside house, EZ me ha ayudado muchísimo durante mi estancia en Okinawa. Ha sido un gran preludio a toda la buena gente que me estoy encontrando en este viaje.

Hai Sai Okinawa

HelloOkinawa

Después de un vuelo de horas incontables, puse un pie en Okinawa. Tras atravesar las puertas de la terminal internacional pude sentir lo que siente una langosta mientras la están cociendo. Detrás de esa sensación acuosa que te persigue en esta región, se esconde un paraíso tropical de ritmos sosegados.